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Prensa ampliada |
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Al productor agropecuario no le conviene evadir |
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24/06/2010 |
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Para el productor sojero, la evasión es un pésimo negocio; por lo tanto, quienes utilizan esa herramienta no son verdaderos productores sino ocasionales inversores que necesitan perder para justificar una suma de dinero o parte de la cadena que, utilizando la diferencia entre los impuestos cobrados y los no pagados, engrosa sus ganancias.
Para llevar a cabo esta acción, se forman asociaciones en las que participan distintos actores pero -con seguridad y por lo que vamos a demostrar- no están integradas por genuinos productores, los cuales no sólo no necesitan de una acción ilegal sino que necesitan -sí o sí, para que su negocio sea rentable- estar impositivamente encuadrados.
Distintas alternativas. Campo alquilado. Si tomamos como ejemplo un campo alquilado con base en un contrato de 13 quintales por hectárea, en un sistema de comercialización totalmente transparente, el productor deberá abonar el impuesto al valor agregado (IVA) en los costos de implantación y cobertura, además del correspondiente al alquiler. El total de costos con IVA alcanza, entonces, a 733,46 dólares por hectárea.
A ese valor habrá que sumar el resto del costo impositivo (Ingresos Brutos -no rige para Córdoba y sí en otras jurisdicciones-, impuestos a las Ganancias y al cheque), lo que supone una carga adicional de 32,44 dólares. El costo es, así, la suma de los indirectos con IVA más el alquiler y los otros costos impositivos, lo que equivale a 771,69 dólares (con un diferencial de 5,79 dólares entre el IVA venta y el IVA compra). Descontado el precio de venta -781,45 dólares (3,2 toneladas por hectárea a un precio de 221 dólares, más IVA de 10,5 por ciento)-, el productor que alquila un campo tiene un ingreso final por hectárea de 9,76 dólares.
Aquí, lo que hay que destacar es que en los insumos, en razón de cómo está organizado el sistema comercial -excepto que sea mercadería robada, que pasa a caratularse no como evasión sino como robo-, no hay posibilidad de evadir el IVA y, en el caso de los servicios, los proveedores también exigen su pago, ya que en sus costos directos -alrededor del 50 por ciento- tienen la carga impositiva del gravamen.
En caso del ingreso de un "seudoproductor" que vende por fuera del sistema ("en negro") a 10 por ciento menos la tonelada de soja, acusa una pérdida de 96,98 dólares, por lo que la diferencia con el productor que hace sus operaciones en blanco es de 106,74 dólares.
Campo propio : alguien puede pensar que "el análisis está hecho con un contratista, que tiene que pagar un alquiler, pero si siembra el dueño del campo, los números son diferentes". En este caso, también vamos a demostrar que para el dueño que siembra su campo la evasión es un pésimo negocio.
Sumamos como costos los impuestos territoriales (Inmobiliario, fondos, tasas) y a los Bienes Personales. Así, efectuamos el análisis de las dos posibilidades: venta sin evasión versus venta con evasión, en el que podemos observar que si el productor vende "en blanco", obtiene un diferencial de 31,67 dólares por hectárea en relación con quien trabaja "en negro".
Esto también da la posibilidad de contar con una carpeta muy atractiva para solicitar créditos -sean bancarios, como para la compra de insumos- que solucionarían el problema de liquidez que habitualmente se tiene en el campo por el gran nivel de inversiones.
No es verdad, como muchas veces se anuncia con intencionalidad política, que el campo sea evasor; con este trabajo, demostramos que tanto para un contratista rural como para el dueño del campo, la evasión es un mal negocio.
Con el campo alquilado, el contratista tiene un ingreso final de 9,76 dólares por hectárea. En caso de evadir, el "seudoproductor" pierde alrededor de 100 dólares por hectárea por el menor ingreso recibido y porque -en definitiva- paga impuestos (IVA compra), que luego no recupera.
Con campo propio, el dueño tiene un ingreso final de 122,57 dólares por hectárea. Si evadiera, tendría un ingreso de 90,90, es decir que perdería, por esa acción, 36,67 dólares por hectárea.
En ambos casos, si en cada venta que hace deposita en una caja de ahorro el 10 por ciento menos que se le pagaría por una venta en "negro", al final del ciclo no sólo tendrá el dinero para pagar los impuestos, sino un sobrante por esta acción.
¿Quiénes y por qué evaden? Grupo A : actores ajenos a la producción agropecuaria, para blanquear recursos de otra parte, al intentar demostrar que invirtieron una cierta cantidad de dinero para sembrar y "salieron hechos", vendiendo sólo la parte que cubriría los costos en blanco, y el resto en negro.
Grupo B: actores ajenos a la producción agropecuaria que poseen carpetas de personas jurídicas -generalmente insolventes- y las usan para vender y cobrar el IVA con ventas a terceros -acopios, corredores- o como reintegro, quedándose no sólo con ese monto, sino que se le suma el 10 por ciento del total que se le descuenta al que quiere hacer esa operación.
En los dos casos, se necesita diseñar un sistema completo, en el que con seguridad no participa un "genuino productor agropecuario", como lamentablemente se insinúa.
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Autor: Néstor Roulet |
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Dr. Hermes Binner, Ricardo Buryaile, Juan José Bertero, Christian
Gribaudo , Ing. Miguel Lifschitz, Ing. Miguel Calvo. |
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Primer panel Lanzamiento de las Primeras Jornadas de
Actualización Agropecuaria: Christian Gribaudo, Daniel Germano, Lucio Aspiazu,
Pedro Morini, Ricardo Buryaile, moderador Félix Sanmartino. |
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Segundo Panel: Fernando Iglesias, Alicia Ciciliani, Jorge Chemes,
Raúl Rivara, moderador Esteban Hernandez. |
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Juan José Bertero, Ministro de la Producción de la Provincia de
Santa Fe. |
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